La observó durante horas mientras ella dormía
acercó su cara para poder escuchar mejor su respiración y
con una suavidad apabullante, retiró algunos cabellos
que la cubrían el rostro, dejando que la tenue luz del dormitorio
iluminara sus largas pestañas negras.
Acarició su hombro desnudo con la punta de los dedos y
posó sus labios en la clavícula,
hundió su cara entre su cuello y se impregnó una y otra vez de su aroma.
No quería olvidar su olor
Lentamente se alejó de ella sin retirar la mirada de su cuerpo desnudo
Parecía tan feliz cuando dormía, desprendía tanta paz.
Volvió a acercarse la cubrió desde los pies hasta la cintura con una sábana blanca
Dejó su torso descubierto y con las dos manos sobre su espalda
se fundió con ella para nutrirse de su energía
No quería despertarla, no quería despertarse,
detuvo su reloj creyendo que así podría detener el tiempo
la abrazó con todas fuerzas creyendo que así podría retenerla
cerró los ojos, no los volvió a abrir, porque sabía
que al abrirlos ella ya no estaría allí.