miércoles, 20 de octubre de 2010

Sólo él

Le gustaba pasear cada mañana por un parque cercano a su casa. Simplemente caminaba, se distraía contemplando a la gente, sabía apreciar esos detalles que para el resto pasan desapercibidos, encontraba la belleza en cada cosa que observaba.

Y dime, quién no quiere tener a una persona así dentro de su vida?, Quién no quiere que cada día le regalen un ramo de frases preciosas? Quién no quiere que mojen de pasión cada centrímetro de su cuerpo...?
Cuando lo conocí sentí gran interés por él, después sentí admiración, a medida que pasaba el tiempo sentía un gran cariño hacia él,... dios mío! Qué sencillo era quererle !

Se sentaba siempre junto al mismo estanque, le gustaba ver su reflejo distorsionado en el agua, le hacía sonreir. Esa sonrisa... siempre he deseado robársela. Si él supiera que cada vez que sonreía se llevaba un pedazo de mi alma, que cada palabra que cruzaba tenía gran significado para mi, que cada sentimiento que yo callaba rozaba una y otra vez sus labios...

Al regresar a su casa le gustaba tumbarse sobre la cama, cerrar los ojos y pensar en ella, nunca ha podido olvidarla, nunca ha querido olvidarla. Ella fue, es y será la persona que robó su corazón y sólo ella puede devolvérselo. Una vez pude verla y en verdad es preciosa. Quisiera decirla que deje en su sitio lo que cogió, que en muchas ocasiones sin desearlo las cosas que guardamos se deterioran de no usarlas. No se.. quizás ella jamás lo entendería.

Sabeis? Tiene un nombre precioso, nunca me acuerdo de decírselo.

lunes, 18 de octubre de 2010

Junto a mi

No recuerdo cuanto tiempo llevaba ensimismado en la noche cuando llegó ella..se la veía tranquila, deslizándose por la calle con un andar gracioso y elegante. Parecía abstraída, concentrada en los copos que se abalanzaban sobre su gorro, de repente descubrí por que ...al desnudar su cabeza la vi disfrutar bajo la nieve.
Tenia una melena preciosa, desde ese momento fijó toda mi atención en ella siguiendo cada movimiento que hacía...Se sentó a pocos metros de mi sin tener conocimiento de mi presencia, noté que cada vez me hacia más pequeño en su cercanía. Era muy bella..adiviné un cuerpo precioso bajo la ropa pero lo que mas me llamó la atención fue la vida que desprendía.
Durante casi una hora me hizo volver a la vida, contemplando como anotaba en una pequeña libreta de bolsillo las líneas que hubiera deseado descubrir en su compañía...Respiraba nerviosa, como si cada renglón trajera a su mente algún bonito recuerdo. En ese momento sentí envidia de cada situación no vivida a su lado.
Hacia frío y era tarde pero notaba la calidez de su compañía siendo solo una sombra para ella ,me arme de valor, no podía dejar que se fuera y perderla para siempre.
Me levanté con la sola intención de entregarle mi blog para que pudiera saber de mi mediante mi prosa, para que supiera que quería saber de ella...todo, acerca de ella, para que supiera que cada día estaría esperándola a la misma hora mágica en que la vi aparecer en la plaza. Pero sonó el reloj y con el despertaron mis sueños..Con la misma forma de andar elegante y graciosa la vi alejarse entre la nieve. Grité su nombre a la oscuridad...se llamaba Isabeleta, ese fué el nombre que decidí ponerle a la chica que hace casi un año me devolvió a la vida para robarme el corazón.


(gracias ...)

viernes, 15 de octubre de 2010

Suave

Esa tarde estuvo nevando durante mas de dos horas. Jamás conocí algo igual. Las calles estaban blancas, preciosas.
Me calcé las botas de nieve y bajé sola a la calle.
Eran las 00.00 h, y no había nadie caminando. La nieve seguía cayendo, tan blanca, tan silenciosa. Sólo se escuchaba el ruido de mis pasos sobre el manto blanco.
Me quité el gorro y deje que cada copo se posara sobre mi, no me importaba mojarme, era agradable notar los copos sobre mi cara. Me hacían sentir viva.
Uno cayó sobre mis labio y antes casi de poder sentirlo... se esfumó.

Me senté en un banco de la plaza porticada. Me lie un cigarro y saqué mi libreta y un bolígrafo. Casi sin darme cuenta, comencé a escribir lo que me venía a la cabeza.

"Me gusta la soledad y el silencio en las calles de las frías noches de invierno, me gusta el olor de la leña ardiendo en los hogares. Cuando estoy aquí, recuerdo mi infancia pues cada segundo en mi niñez, lo pasé jugando en esta plaza.
Han pasado ya mas de quince años desde aquello, es imposible olvidar esa etapa en mi vida,..."

El sonido del reloj de la plaza me recordó que era tarde, llevaba una hora allí sentada y apenas noté el frío. Con paso torpe regresé hasta mi casa dejando que golpes de aire y nieve me recordaran una vez mas que sigo estando viva