martes, 29 de marzo de 2011

Soledad


Quise detenerme a pensar que encierra la soledad que tanto nos asusta, que don mágico tiene para encontrarla cuando menos las buscas.
Tiene nombre de dama
te araña, te daña, te abraza.
Tiene sabor a derrota
te hunde, te funde, te arrolla.
Tiene mirada de gata
te empuña, te aisla, te mata.

La soledad es uno mismo
soy yo, eres tu, conmigo y sin mi.

Quiere jugar contigo al ajedrez
pretende darle jaque al Rey,
pero no te enroques, no te conformes con quedar en tablas.
Recuerda que un peón puede convertirse en dama
y ganar la partida a la guerra con la cama.

Juega, gana,derrotala, no te conformes con un empate.
No pierdas la partida, dominala, pero no hagas trampas.

sábado, 12 de marzo de 2011

Fea!

Se sirvió una copa de vino, descalza, se dirigió al dormitorio y con gesto desganado abrió su armario ropero y al alzar eligió un vestido, que apoyó sobre la cama. Se sentó en una silla para colocarse cómodamente los pantys y con ligereza se enfundó el vestido desde los pies, con una divertida mueca subió la cremallera que se situaba en la parte trasera, deslizó sus manos por la cintura para cercionarse que estaba bien colocado.
Aún desclaza comenzó a cepillarse el cabello y lo sujetó a la altura de la nuca con varias horquillas y dejó caer algunos mechones de pelo que resbalaban desde su cara hasta sus hombros.

Dio un largo sorbo de vino y apoyó de nuevo la copa sobre la mesa de cristal.
Maquilló sus ojos con pintura negra, y extendió una fina capa de máscara también negra sobre sus pestañas, sonrió.
Coloreó su palida tez con un suave toque rosado e hidrató sus labios con una barra color carmín.

Se subió sobre sus zapatos de altos tacones y comenzó a caminar hacia el espejo.
Con tímida actitud se miró desde abajo hacia arriba y un aire de decepción anegó su cara.
Con rabia estrelló la copa de vino contra el espejo que la acababa de arrebatatar su belleza.
Se abalanzó sobre la cama y lloró amargamente.
¿quién dijo que la belleza está en el interior?




Gua! Pa!


Consiguió en apenas unos minutos convertir su rostro abatido en una poesía llena de frescura, como una crisálida que antes de su metamorfosis espera paciente que llegue el día en que se torna mariposa.
Él logró adueñarse de su desconfianza para volver a hacerla sentir la belleza que emanaba por cada uno de sus poros.

Tras ella la puerta de su dormitorio se abrió lentamente, y una sombra se coló en la lúgubre estancia.
Ella notó el silencioso caminar, y como el peso dócil de su cuerpo hundió levemente el colchón
Con un etéreo ademán, él bajó lentamente la cremallera del vestido ydejó al descubierto el dorso de su cuerpo, y sobre el, comenzó a escribir:

"No me importa el color de tu cabello
ni tu forma de vestir.
No me importa la medida de tus pechos, la textura de tus miedos ni esa extraña cicatriz.
Me gusta como eres, gua! pa! "